Cirugía de mínima invasión la mejor opción.

Los miomas uterinos son masas anormales de tejido muscular liso que se localizan en y alrededor del útero y ocasionalmente en el cuello uterino. Se originan de las células de músculo liso que existen en el miometrio o pared del útero. En la mayoría de los casos son múltiples, pero ocasionalmente pueden ser únicos.

Otros términos por los que se suelen denominar a estas lesiones son leiomiomas o fibromas uterinos. Se suelen dividir en tres categorías, según su localización:

subserosos, intramurales y submucosos. Aproximadamente el 55% de los miomas son subserosos, un 40% son intramurales y un 5% son submucosos.

¿Cuáles son los síntomas más habituales?
• Hemorragia uterina anormal
• Dolor en la pelvis o abdomen bajo
• Dolor en la zona lumbar

El diagnóstico de los miomas puede ser relativamente sencillo y en muchas ocasiones tan sólo se requiere de un simple examen pélvico manual por parte del ginecólogo.
Otros métodos que se pueden emplear y se emplean habitualmente en el diagnóstico de estas lesiones son: la ecografía pélvica (el método más altamente fiable en el diagnóstico de estas lesiones), la resonancia magnética, la histeroscopia o la laparoscopia diagnóstica.

El tipo de cirugía que pueden emplearse para el tratamiento quirúrgico de los miomas varía según su localización, sintomatología, tamaño y deseos de preservar fertilidad o menstruación que tenga la paciente.

Cuando los miomas se encuentran dentro de la cavidad, es decir, son submucosos, el tratamiento de elección es la vaginohisteroscopia de consultorio, la histeroscopia en quirófano o la resectoscopia. Los miomas intramurales son los que se encuentran en el musculo uterino, su tratamiento en algunos casos es la laparoscopia y dependiendo del porcentaje del mioma que se encuentre en la cavidad será histeroscopia o ambas. Los subserosos se encuentran en la serosa y las molestias generalmente se atribuyen a compresión de órganos vecinos como vejiga y recto, el tratamiento de elección es la laparoscopia.

En aquellos casos en que la paciente tiene la cantidad de hijos deseados y la miomatosis es múltiple o de gran tamaño, se recomienda la histerectomía por vía vaginal como primera elección, laparoscopia como segunda y por última laparotomía, es decir, abierta.